¿Cómo quieres ser Coronado(a)?

¿Cómo quieres ser Coronado(a)?

Quizás te preguntaras de donde se origina esta cuestión, hace unos días vi una imagen de un almacén de coronas, un exhibidor donde estaban las coronas más preciosas y costosas del mundo las cuales saldrán de ahí para otórgalas a la ganadora o ganador del algún certamen de belleza. O quizás para alguna realeza. En ese momento pensé en lo que Dios prepara para nosotros; sus hijos cuando todo se halla cumplido lo establecido en sus promesas. Busque el significado de la palabra corona y quiero compartirlo.

Significado de Corona: Aro que se coloca sobre la cabeza, generalmente como adorno, en señal de premio o como símbolo de nobleza o dignidad.

Siempre esperamos alguna recompensa de nuestro trabajo o esfuerzo a lo largo de nuestra vida.  El que tiene un empleo espera ser recompensado a través de su salario, un buen estudiante anhela tener las mejores calificaciones, un atleta que  entrena durante muchas horas cada día durante muchos meses para participar en un campeonato espera obtener el primer lugar, una madre o padre que se sacrificó por cuidar y educar  a sus hijos toda su vida esperan ser honrados, valorados y amados por ellos. Así podríamos mencionar muchos otros ejemplos, en los que la combinación de esfuerzo, perseverancia, persistencia, amor  a lo que haces, valentía para vencer los obstáculos en el camino te llevan a una segura victoria o corona.

Ahora trasladándonos a nuestra vida espiritual, al reino de Dios, contamos con promesas totalmente increíbles hechas por un padre hacia sus fieles hijos. Él nos ofrece una corona incorruptible (aunque en realidad en la biblia encontramos diferentes pasajes bíblicos que describen diferentes tipos de coronas). Es decir que no se acabará, no tendrá que perecer, no se oxidará y será establecida para siempre.

“Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria”. (1 Pedro 5:4)

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Todo lo que en el mundo podemos conquistar, los honores, victorias, títulos, son perecederos. Citando algunos ejemplos: Un título de campeón mundial ganado en el año 2019 por un atleta  no le asegura que será campeón toda la vida porque tendrá que competir continuamente con otros atletas de mejor o igual capacidad o condición para mantener su título de campeón, y muy probable que algún momento lo pierda. Otro ejemplo es un certamen de belleza, “La mujer más bella del universo en el año 2020 que gana una corona, la cual tendrá validez para 365 días, que tiene condiciones o restricciones, no podrá continuar al siguiente año bajo el mismo título porque tendrán que elegir nuevamente a otra que ganará la corona para el siguiente año.

Con Dios el panorama es muy distinto y no quiere decir que Él no requiera que sus hijos también nos esforcemos, que corramos una carrera (1 Corintios 9:24), venzamos obstáculos y demás para obtener la corona de la vida (Apocalipsis 2:10).

El problema está cuando nos encontramos en una lucha entre lo terrenal y lo espiritual.

Mateo 16:26: “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”

Nos pasamos toda la vida corriendo tras una meta, un logro profesional, una estabilidad económica que nos brinde seguridad, bienes materiales y reconocimientos y nos olvidamos por completo de nuestra ALMA y lo que debemos hacer por ella para alcanzar esa corona.

Pero finalmente ¿cómo puedo obtener mi corona? Debo decirte que hay algunas condiciones para ello…

Nos enfocaremos en algunas.

1.-  Corona de JUSTICIA (2 Timoteo 4:8): será entregada a todos los que aman su venida.

2.-  Corona de VIDA (Santiago 1:12): esta la recibirán aquellos que perseveran bajo la prueba, a los que le aman.

3.-  Corona Inmarcesible de GLORIA (1 Pedro 5:1-4): será para todos aquellos que apacientan la grey de Dios.

Debo aclarar que no está mal anhelar triunfos en la vida secular, alcanzar logros profesionales y demás. Pero si esto nos desenfoca de la voluntad y propósito de Dios para nuestra vida, si nos hace perder la dirección que Dios ya estableció para alcanzar nuestra CORONA DE VIDA, DE JUSTICIA O DE GLORIA, entonces estamos en peligro porque como hijos de Dios nuestro mayor TESORO obtenido gracias al sacrificio glorioso de Jesús en la cruz se llama SALVACION, y no podemos perderla.

Imagínate ahora entrando en ese almacén de Dios donde guarda a cada uno nuestras preciosas coronas, hechas por las manos del creador del universo, te animo hoy a retomar el camino de regreso a la casa del padre. Si has perdido la dirección, no has encontrado el propósito de tu vida, los logros que has alcanzado no han saciado tu alma, ven a Jesús, al taller del maestro, él está dispuesto a confeccionar para ti la corona que te mereces y que no tendrá fin.

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Dios bendiga tu relación de pareja, gracias por tu tiempo dedicado a leernos, esperando sea de edificación para tu vida.

¡Somos Matrimonios Victoriosos!

Mujer, madre y esposa conforme al corazón de Dios.

Mujer, madre y esposa conforme al corazón de Dios.

Cuando Dios creó al hombre como lo dice su palabra en el libro de Génesis le concedió el regalo más extraordinario, admirable, valioso y esencial en la vida de todo hombre: la mujer.  El gran creador (Jehová Dios) manifestó su poder, amor, inteligencia, creatividad máxima, pasión, sabiduría, belleza, al formar a este ser maravilloso a quien llamó Eva (su nombre significa: “fuente de vida”, “aquella que da la vida”) y la estableció para ser la ayuda idónea para Adán, manifestando que “no es bueno que el hombre este sólo”. Génesis 2:18-23.

¿Qué es lo que ahora necesitamos las mujeres, madres y esposas para cumplir con sus funciones o roles, y más allá para desarrollar un corazón conforme al corazón de Dios?  Hemos  perdido el enfoque divino (Bíblico) que se estableció en el principio, hoy celebramos los grandes logros, transformaciones, retos alcanzados por muchas mujeres alrededor del mundo que sobresalen en la sociedad o cultura venciendo obstáculos, barreras sociales, profesionales, familiares e incluso religiosas.  Pero lamentablemente hemos menospreciado el papel de la mujer como MADRE Y ESPOSA en el hogar, donde deben ocurrir los mayores logros, triunfos y transformaciones en la vida de los que la rodean.

Nos desarrollaremos a través del pasaje bíblico de proverbios 31.

Si leemos a plenitud todo el capítulo 31 nos daremos cuenta que una mujer con virtud debe desarrollar muchas habilidades, y digo desarrollar porque a medida que nos relaciones más con Dios y su presencia alcanzaremos estas características o virtudes.

  1. Generosa (Proverbios 31:20)
  2. Integra (Proverbios 31:11)
  3. Inteligente (Proverbios 31:16)
  4. Trabajadora (Proverbios 31:18)
  5. Valiente (Proverbios 31: 25)
  6. Decidida (Proverbios 31:17)
  7. Sabia (Proverbios 31:26)
  8. Llena de Fé.

También podemos encontrar en otros pasajes bíblicos las siguientes cualidades:

  1. Ora en todo tiempo (Efesios 6:18)
  2. Da gracias a Dios en todo (1 tesalonicenses 5:18)
  3. Humilde (Filipenses 2:3-4)
  4. Procura conocer a Dios más íntimamente
  5. Obediente a la palabra de Dios (Efesios 4:29)
  6. Perdona fácilmente (Efesios 4:32)
  7. Cuida de sus hijos (Tito 2:3-5, 1 Timoteo 5:14)

 Administra bien su casa y según los principios divinos (Tito 2:3-5, Proverbios 14:1; 31).

Leer para mí esta lista (a través de la palabra) en algunos momentos quizás fue frustrante, me sentí como muchas mujeres completamente descalificada, llegué a pensar que en realidad ese tipo de mujer no existe en este planeta, que quizás con esfuerzo podría desarrollar una que otra virtud más nunca podría cumplir con todas en su plenitud. Tranquila! Lo único que necesitamos es ser aprobadas por Dios y no por una sociedad, Sí, pero es que justamente es Dios quien desea que alcancemos este propósito, ¿se complica esto? Por supuesto que No, hemos descubierto que mientras una mujer no encuentre su identidad en Dios no podrá desarrollar ninguna de estas cualidades o al menos no en su mayoría. Estamos cada una en diferentes procesos, etapas, niveles de Fé, pero si necesitamos todas ser moldeadas por Dios, dependemos de la obra que le permitamos de su Espíritu Santo en nuestra vida.

CONCLUSIONES:

Si deseas ser una mujer, esposa y madre conforme al corazón de Dios, basta reconocer que necesitas absolutamente de Dios, principalmente ser revestida  con su Gracia, Amor y Misericordia. Que día a día debes cultivar tu relación personal (comunión, intimidad) con Cristo Jesús y con el Espíritu Santo para desarrollar su fruto (Gálatas Cap. 5) y ser renovada en tus pensamientos y tus fuerzas.

El versículo 30 del cap. 31 de proverbios dice: “engañoso es el encanto y pasajera la belleza; la mujer que teme al Señor es digna de alabanza”. Hoy en día se rinde culto a la belleza exterior o física que poseen en su mayoría las mujeres, pero esta belleza es pasajera, debemos reconocer y aplaudir a aquellas mujeres que honran a Dios con su estilo de vida. Proverbios 31:31 “Sean reconocidos sus logros y públicamente alabadas sus obras”, ¿a qué se refiere este texto?, estamos seguros que a la labor trascendental como mujer, madre y esposa dispuesta a sacrificarse por su familia; trabajadora, atenta, prudente, sabia, maestra del bien, que cuida de su hogar, fuerte, segura, pendiente de las necesidades de su familia pero que fundamentalmente ama a Dios, cumple y obedece su palabra.

El consejo más importante para tener un Matrimonio en armonía y vivir felices, es que Cristo Jesús sea el Centro de la familia. Con Él cada área podrá ir siendo restaurada, sólo debes invitarlo, creyendo en tú corazón y con humildad a que Él tome control de tú Matrimonio, realizando la siguiente oración: “Señor Jesús te necesito, me arrepiento de todos mis pecados, te acepto en este momento en mi corazón, te reconozco mi salvador personal y te pido inscribas mi nombre en el libro de la vida;  te pido que seas el Centro en mi corazón y mi familia, ordena mi Matrimonio, ayúdanos, sé que sólo contigo seremos verdaderamente felices, gracias Jesús, AMEN”.

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Dios, tú y tu cónyuge; porque cordón de 3 dobleces no se rompe fácilmente.

¡Somos Matrimonios Victoriosos! 

Desarrollando un matrimonio con propósito

Desarrollando un matrimonio con propósito

Un matrimonio con propósito es aquel que se consagra al servicio de Dios, aquellos que son modelos para la sociedad de fidelidad, respeto, tolerancia, unidad, comprensión y principalmente que son ejemplo de amor y perdón para su familia (sus hijos).

Te estarás preguntando en este momento: ¿tendrá mi matrimonio un propósito en específico para Dios, para la sociedad, para mi familia?, quizás te abruma la idea de tener que cumplir con todos los aspectos antes mencionados donde describíamos algunas características de un matrimonio con propósito, ten calma, no se alcanza todo al mismo tiempo ni de la misma manera o con el mismo método.

Es un proceso donde imprescindiblemente tendrás que otorgarle a Jesús el centro de tu vida y por consiguiente centro de tu matrimonio. Cinco años atrás hubiese sido imposible pensar que nuestro matrimonio tendría algún propósito, más bien no había propósito alguno para seguir juntos. Quizás tú estés en esa misma situación ahora mismo.

Hoy queremos compartir contigo que hay esperanza, que puedes descubrir los propósitos de Dios para tu matrimonio y también como puedes alcanzarlos.

Entregué mi vida a Jesús a la edad de 28 años, llegué justamente con un matrimonio sin futuro, sin amor, ni respeto ni comprensión, atravesando situaciones complejas, realmente difíciles en todas las áreas de mi vida personal y familiar, me encontraba sin salida, no tenía esperanza alguna, no era feliz pues todo se tornaba oscuro. Mi esposo y yo teníamos apenas tres años de casados, más un extenso noviazgo de siete años; fue entonces cuando decidí de manera personal aceptar a Jesús como Señor y Salvador de mi vida, más no de mi matrimonio; y en esto fallamos muchos pues muchas personas tomamos la mala decisión de no invitar a Jesús a tomar el control de nuestro matrimonio, sino sólo de nuestra vida. Pero finalmente la palabra de Dios empezó a confrontar mi vida, mis pensamientos, sueños y anhelos; y por sobre todo confrontar la dura situación de mi matrimonio, durante seis años oré a Dios de manera personal, para que restaurara mi matrimonio, y para que también mi esposo pudiese entregar su corazón y vida por completo a Dios; y el día menos pensado mi oración fue contestada, fue entonces que tuvimos la oportunidad de ordenar nuestra vida y colocar a Dios el centro de nuestro matrimonio.

Podríamos decir que la mayor dificultad para un matrimonio sin propósito es cuando las expectativas y sueños o anhelos de ambos esposos difieren por completo, por lo tanto, el primer paso para poder alcanzar los propósitos de Dios para tu matrimonio deben ser:

1.- Ponerse de acuerdo

Mateo 18:19-20

19»Les aseguro que si dos de ustedes se ponen de acuerdo, aquí en la tierra, para pedirle algo a Dios que está en el cielo, él se lo dará. 20 Porque allí donde dos o tres de ustedes se reúnan en mi nombre, allí estaré yo.

Aquí  encontramos un principio bíblico para dar este primer paso en tu relación matrimonial. Si ambos se plantean objetivos, sueños, propósitos en común para alcanzar la estabilidad en tu matrimonio llegar a la meta será fácil y seguro.

2.- Desarrollar una relación íntima con Dios a través de su palabra

Salmo 119:105

“lámpara es a mis pies tu palabra y lumbera a mi camino”

Debemos permitir que la palabra de Dios alumbre nuestro camino (propósito), luego el versículo 165 del salmo 119, nos dice:

“mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo”.

Debemos tener la plena seguridad que si vivimos a través de su palabra; obedeciéndola, cumpliéndola en su totalidad no fracasaremos y llegaremos a alcanzar la voluntad y propósito perfecto de Dios para nuestro matrimonio.

3.- Rendirnos a voluntad de Dios

Romanos 12:2

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”

Podemos estar luchando en nuestras fuerzas contra actitudes negativas de nuestro cónyuge que dañan nuestra relación y empobrecen el amor; falta de tolerancia, impaciencia, desconfianza, falta de comunicación o simplemente podemos estar fuera de la voluntad de Dios viviendo sin dirección ni propósito, alejados completamente de ella. Entonces es momento de rendirte y reconocer que necesitas de manera imprescindible a Dios en tu hogar, en tu matrimonio para que puedas caminar bajo su voluntad.

4.- Nunca dejes de superar tus debilidades y alimentar tus fortalezas

Filipenses 4:13

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”

Todo ser humano posee debilidades y fortalezas, es importante y necesario que conozcas las tuyas y las de tu cónyuge y así aprendan a complementarse, motivarse, apoyarse y no rendirse por completo ante las adversidades que puedan presentarse evitando que encuentren el propósito de Dios para sus vidas.

5.- Decide servir a otros

Una de las razones fundamentales por las que nuestro matrimonio sigue siendo renovado, restituido y transformado es por el servicio y testimonio a los demás, en agradecimiento a lo que Dios ha hecho en nuestras vidas.

Marcos 10:45

“porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”

Si Jesús es nuestro modelo de vida, es justamente por esta razón que un matrimonio alcanza su propósito fundamental en el Señor: sirviendo a los demás, recatando a otros matrimonios que se encuentran sin rumbo y dirección, ni propósito.

Encontrar el propósito de Dios para tu vida es vital, pero dentro del matrimonio se hace mucho más complejo y necesario.

No podemos modelar un matrimonio sin bases firmes, es Dios solamente quien transforma nuestros pensamientos, nuestro ser interior, para poder entender sus planes y propósitos, fuera de Él, nada somos!

Evita compararte con otros matrimonios que han alcanzado ya su plenitud y caminan bajo la dirección plena de Dios, estamos seguros que a ellos también les costó un arduo trabajo de voluntad y compromiso. Cada matrimonio es distinto, alcanzamos metas diferentes, propósitos diferentes, y es Dios el arquitecto del plan maravilloso para nuestras vidas. Por lo tanto solo ponte de acuerdo con tu cónyuge, conoce la voluntad de Dios a través de su palabra, establece intimidad con ella (su palabra) atesórala en tu corazón y vívela, para que superes tus debilidades y crezcan tus fortalezas y finalmente puedan juntos servir con alegría a Dios.

El consejo más importante para tener un Matrimonio en armonía y vivir felices, es que Cristo Jesús sea el Centro de la familia. Con Él cada área podrá ir siendo restaurada, solo debes invitarlo, creyendo en tu corazón y con humildad a que Él tome control de tu Matrimonio, realizando la siguiente oración: «Señor Jesús te necesito, me arrepiento de todos mis pecados, te acepto en este momento en mi corazón, te reconozco mi salvador personal y te pido inscribas mi nombre en el libro de la vida;  te pido que seas el Centro en mi corazón y mi familia, ordena mi Matrimonio, ayúdanos, sé que solo contigo seremos verdaderamente felices, gracias Jesús, AMEN».

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