
Hacerse preguntas ayuda a satisfacer las necesidades de mi cónyuge (Parte 2: Caso Práctico)
En el artículo anterior invite a que pongamos al cerebro en modo creativo, esto es adoptar una actitud que busca soluciones, que se esfuerza por ver más allá de lo que dicta la emoción, mencioné que la forma para lograrlo es hacerse preguntas, en esta ocasión te dejo ejemplos de éstas y de qué forma ayudan.
Supongamos que mi esposa se molesta, se tensiona y discute por una situación en particular, lo esperado, lo normal es que ella reclame, me diga lo que según ella debo hacer para que la situación no se repita, es decir al calor de su enojo, su descontento, me dirá de mala manera el porque de su enojo y que debería de hacer yo y que no debería de hacer, Lo que sucede inmediatamente es que mi mente se cierra y se pone a la defensiva, no se me va a ocurrir en ningún momento pensar que necesita algo, que sus necesidades están siendo no satisfechas, le veré solo su parte negativa, su reacción.
Por eso es en los momentos de frialdad, calma, sin discusión, donde debo hacerme las siguientes preguntas: – ¿Qué necesidades tiene mi esposa?, ¿Qué estoy haciendo para satisfacerlas?, ¿Qué puedo hacer con cada una de estas necesidades, para avanzar?, y si hay alguna de la que no está en mis manos resolver, debo preguntarme ¿para mientras se resuelve su necesidad, que no depende de mí, qué puedo hacer?
Mis preguntas deberán dejar una lista especifica de cosas por hacer, ejemplo:
- Relacionadas conmigo: bajar de peso, no gritar, escucharla, no interrumpirla mientras habla, no se desordenado, ser más diligente, ser más cooperativo en el hogar etc.
- Finanzas: buscar trabajo, generar un ingreso extra, no ser egoísta con mi dinero y compartirlo con mi cónyuge, cooperar más en la casa económicamente, no despilfarrar lo poco que disponemos, etc.
- Sus emociones: Darle seguridad, transmitir esperanza, Fe, etc.
Estas acciones las debo escribir en algún lugar en donde pueda revisarlas de vez en cuando (celular por ejemplo), de esta forma meditando en frío, es más probable que me esfuerce por mostrar mejoría (cambios positivos), además que las soluciones que debo ejecutar saldrán de mi y no de un regaño, lo más probable es que tu cerebro al hacerle preguntas busque respuestas aún cuando duermes y Dios también te hable mostrándote que hacer.
No deberías frustrarte si te lleva tiempo cumplir con tu propia lista de cosas por hacer, modificar hábitos es complejo y lleva tiempo, lo positivo es que estarás más predispuesto a lograr tu meta porque las soluciones a los problemas habrán salido de vos mismo; con la ayuda de Dios y tu disposición al cambio, al final obtendrás resultados muy positivos para tu relación con tu cónyuge.
El consejo más importante para tener un Matrimonio en armonía y vivir felices, es que Cristo Jesús sea el Centro de la familia. Con Él cada área podrá ir siendo restaurada, sólo debes invitarlo, creyendo en tú corazón y con humildad a que Él tome control de tú Matrimonio, realizando la siguiente oración: “Señor Jesús te necesito, me arrepiento de todos mis pecados, te acepto en este momento en mi corazón, te reconozco mi salvador personal y te pido inscribas mi nombre en el libro de la vida; te pido que seas el Centro en mi corazón y mi familia, ordena mi Matrimonio, ayúdanos, sé que sólo contigo seremos verdaderamente felices, gracias Jesús, AMEN”.
Si te ha gustado comparte a través de tus redes sociales para que sea de bendición para otros matrimonios, y recuerda:
Dios, tú y tu cónyuge; porque cordón de 3 dobleces no se rompe fácilmente.
¡Somos Matrimonios Victoriosos!